lunes, 14 de diciembre de 2015

Seguimos en Racha - Transmisión 0003 - Carmona - Afueras de Zevilla

Transmisión 0002- 13/Diciembre/2008 -  Carmona - Afueras de Zevilla - Canal de la Resistencia.




Los chicos del Komando Hospitaun han ido a comer un poco en este pintoresco pueblo a las afueras de Zevilla y aprovecho para transmitir. Hace unos días el bibliotecario nos transmitió un mensaje de la resistencia de Zevilla, nos citaban en la Giralda a las 12 del Mediodía. LAYsac, Jhon, Sujeto Desconocido y yo cogimos la furgoneta de Ali Sigh y salimos a toda castaña deshaciéndonos de los Fanhunters que están siempre vigilando en la puerta del local, entre LAYsac y yo les lanzamos un container encima con telekinesis y el resultado... bueno, os lo podéis imaginar.
Pusimos rumbo hasta Zevilla por la Autopista Froilik 2 y tras un largo viaje llegamos a la curiosa ciudad sureña. Para los que no estén muy puestos les haré una breve descripción de Zevilla: una isla llena de laboratorios de Trucutú Biolabs, un barrio lleno de gabachos que trabajan en los laboratorios (barrio gabashón) y un barrio para los nacionales que parece stalingrado. Los nacionales luchan contra la opresión gabacha y su millón de tintín macutes siempre que sacan tiempo de matarse entre Béticos y Sevillistas. Como no teníamos ni idea de donde estaba la Giralda, decidimos parar en el primer bar que vimos para coger fuerzas y tomar unas "cañitas". El dueño del bar era un bético convencido al que no se le entendía muy bien, nos indicó donde encontrar la Giralda (quillo, zolo tiene´ que mirar p'arriba) a cambio de que jugáramos con el equipo del Betis en el derbi que se jugaba esa tarde a las 20:00. Por lo visto andaban cortos de plantilla. Tras aceptar y ponernos finos de tapas, nos fuimos directos para la Giralda, una bonita torre sin ascensor de 94 metros de altura, suponiendo que el punto de encuentro era la parte superior, nos pusimos a subir las escaleras con pesar. Cuando estábamos apunto de llegar oímos como alguien caía entre terribles gritos por el lado de fuera de la torre. Estaba claro que se había cometido un terrible asesinato y que probablemente el desgraciado que había espichado era nuestro contacto, así que corrimos a toda castaña hacia la parte superior para descubrir que había pasado. Fue allí donde nos encontramos a un viejo enemigo.
General Mindu: Según la FPF un villano muy villanoso buscado
en 14 sistemas. Por lo visto quiere hacerse con las cartas de MAGIK
Jhon se avalanzó sobre el individuo a lo loco y recibió un mandoblazo láser que lo dejó medio muerto. Mientras se ensañaba con él, aproveche mi invisibilidad para acercarme por detrás y dejarle un poquito de C4 del que prepara Ali Sigh. Aparecí en sus morros y le sugerí que depositara las espadas láser o se prepara para volar... no me debió entender, porque se abalanzó sobre mí. Ese momento puede que sea de los más cómicos de mi vida, si no fuera porque estábamos a punto de morir, todos corriendo en  círculos por el campanario de la giralda al estilo Benny Hill mientras el tío chungo nos perseguía.
Jhon descubre pronto porque Laysac y yo nos apartabamos tan rápido.

 Al final, todos nos apartamos y apreté el disparador del C4. Medio campanario salió volando pero el puto pirado ese seguía en pie, eso si, solo uno de los brazos seguía operativo, así que decidió poner los pies en polvorosa hacia arriba del campanario. Le seguimos con las armas en ristre para encontrarlo en la parte superior, allí libramos un combate épico hasta que el capullo se cayó en mis pies al tropezar con su capa cuando se abalanzaba sobre mí, tropiezo que aproveche para dejarle un pegote de C4 más en la cabeza y salir cagando leches. Mientras bajábamos disparé el C4, la segunda explosión fue demasiado para la estructura de la torre centenaria, que empezó a derrumbarse con nosotros dentro, corrimos épicamente y salimos por los pelos mientras la Giralda se desmoronaba sepultando a cientos de turistas y un grupo de Tintin Macutes que examinaban al tipo que había caído desde lo alto de la torre.
La giralda no aguantó la segunda carga de C4
Habíamos perdido a nuestro posible contacto, en una ciudad extraña, sin entender muy bien el idioma de los lugareños y sin saber que hacer, volvimos al bar bético para cumplir nuestra promesa de jugar el partido.
Nos equipamos con el uniforme bético y nos preparamos para el partido, que decir que el arbitro murió linchado antes de empezar el partido, así que las reglas eran un poco laxas. Entre tanto jaleo puede que se nos escapara algún tirito, algún puñetazo o que lanzáramos algún jugador a la quinta mierda con la telekinesis. El resultado fué que metimos un par de goles y para casa por invasión del campo de las patrullas de Tintín Macutes que consideraban la violencia excesiva incluso para un derbi como ese.
Jhon fué un dolor de cabeza para la defensa rival.

Cuando estabamos a punto de meter el tercero los Tintín Macutes
invadieron el campo
Tras el partido, el compi bético nos sugirió que un lugar también frecuentado por la resistencia en Zevilla era la Torre del Sol, así que nos dirigimos allí para chafardear un poco e intentar echar un poco de luz al tema. Tras descubrir que no había nadie y forzar la puerta, descubrimos que la torre del Sol era una puñetera heladería semiabandonada. LAYsac empezó a buscar algo de interés en un mapa a escala de la ciudad de Zevilla, mientras Jhon buscaba helados en las neveras, yo me puse a trastear en el ordenador y tras pasar su firewall, recibimos un mensaje que no nos esperábamos.

Investigando en la Heladería.
Delante nuestro apareció un Vulcaniano de la FPF que nos informó de que el tipo que había palmado en la Giralda no era ni más ni menos que un agente suyo infiltrado en la Tierra. Al parecer el colega había descubierto que los Gabachos de Trucutú Biolabs estaban usando la pichurrina de unas cartas de Magik para crear clones de Tintiránidos en la Cartuja. Teníamos que infiltrarnos en la Cartuja, conseguir las cartas de Magik, y ya puestos, acabar con los laboratorios... casi na.

El Vulcaniano de la FPF me es familiar, pero no se de que.
Gracias a las indicaciones del mapa de la heladería, logramos infiltrarnos en la Cartuja por las cloacas, llegando directos al laboratorio donde se estaban creando los Tintirandos, era una sala con un tubo con un liquido verde repugnante, y 3 cartas de Magik sobre pedestales, conectadas con el tubo. Entramos en modo comando listos para coger las cartas y entonces una pantalla gigante apareció detrás nuestro. En ella se mostraba a LeMerd, el gobernador gabacho de Zevilla, que se descojonaba y afirmaba que habíamos caido en su trampa, que iba a probar los Tintiranidos con nosotros.
Tintiránido
Dicho esto, el bidón asqueroso con liquido verde empezó a moverse y de él salió un Tintiranido Adulto de terrible aspecto. Jhon se lió a tiros con el bicho intentando atraerlo mientras LAYsac y yo intentábamos coger las cartas, pero estaban protegidas por un campo de fuerza, destruimos los pedestales y el campo de fuerza cayó. Le dije a LAYsac que cogiera las cartas mientras yo achicharraba al Tintiranido con mi lanzallamas.

El Tintiranido se quiere hacer un canapé con mi napia mientras
Jhon le da pomada en la espalda.
Tras darle toneladas de plomo y fuego y plomo, el bicho palmo y LAYsac se hizo con las 3 cartas de Magik. LeMerd activó el sistema de autodestrucción de los laboratorios así que tuvimos que huir a toda leche por las cloacas. Mientras huíamos, y por si no fuera poco, un inmenso Macute Degenerado salió de las aguas sucias de las cloacas y empezó a perseguirnos.
Huíd insesatos
Salimos cagando leches de las cloacas y nos topamos con los tíos más tontos del mundo. Delante nuestro teníamos una panda de Fandamentalistas que nos exigía que les diéramos las cartas de Magik, miramos lo que subía por las cloacas hacia el exterior y decidimos correr como alma que lleva el diablo. Los pobres fandamentalistas pusieron sus armas en ristre para darnos caza cuando el Macute Degenerado salió de las cloacas y se los empezó a zampar. De fondo la cartuja explotaba en una orgía de fuego y humo y nosotros volvíamos para Hospitaun con 3 cartas de Magik más, ya solo quedaban la mitad. Seguid atentos para más información
Así dejamos Zevilla cuando nos marchabamos. Desde las puertas de los bares, los Zevillanos aplaudian y hacían ya los primeros chistes sobre LeMerd y la destrucción de La Cartuja.

-FIN DE LA TRANSMISIÓN-

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