Madrid se Quema (y no es culpa nuestra) - Transmisión 0004 - Torrejón de Ardoz - Afueras de Madriz

Transmisión 0004- 11/Enero/2009 -  Torrejón de Ardoz - Afueras de Madriz - Canal de la Resistencia.

Estamos sobrevoloando las afueras de Madriz en un helicóptero de los Akira Korps que lleva a cuestas lo que queda de nuestra furgoneta. La misión en Madriz ha sido un éxito y volvemos con una nueva carta de Magik en nuestro poder.
El viaje empezó en el centro Kaótico de Hospitaun, la patrulla de siempre estaba en la puerta de local esperando que saliéramos, Barnaman se les acercó mientras el resto pensábamos un plan, y frotó su miembro contra el parabrisas del coche Fanhunter. Tras unos segundos de desconcierto los Fanhunters empezaron a perseguir a Barnaman que salió volando. Aprovechamos la absurda distracción para darnos a la fuga con la furgoneta, en un punto de nuestra ruta nos esperaba un Helicóptero de Akira Korps que enganchó la furgoneta y nos llevó hasta Madriz volando.
Madriz visto desde fuera parecen unas brasas, toda la ciudad está en llamas y cubierta de humo desde hace unos cuantos años. Las dos únicas zonas que no están en llamas son el campo del Bernabeu y la zona libre de Madrid (situada en el antiguo parque del retiro). El helicóptero nos dejó en el antiguo campo de fútbol donde el jefe de los Akira Korps se nos presentó y nos equipó con unas mangueras lanzadoras de agua para la furgoneta y nos despachó rápidamente antes de que empezáramos a destruir cosas.

El camino entre el Bernabeu y la Zona libre estaba en llamas, así que tuvimos que ir abriendo paso con la manguera mientras avanzamos. Por desgracia, detrás nuestro aparecieron un grupo de Fandamentalistas en dos coches. Querían que les diéramos las cartas de Magik o muriéramos. Nos liamos a tiros mientras Jhon intentaba huír, salte sobre el primero de los coches y le dejé en el capot un kilito de C4. Por desgracia  Jhon hizo un trompo y los dos coches se empotraron encima de nuestra furgoneta. Barnaman usó la carta de Magik Black Cocomber para tele transportarse en medio del coche de los fandamentalistas, dejar una granada y darse el piro. Activamos el C4 y nos deshicimos de los dos coches Fandamentalistas... bueno, y de toda la parte superior de la furgoneta, que ahora es descapotable. Tras quitarnos de encima a estos estorbos, volvimos al Bernabeu a por mangueras nuevas, esta vez nos las cobraron y nos echaron rápidamente.
El resto del viaje fue muy tranquilo hasta la Zona libre. Esta zona es como un paraíso, un parque inmenso lleno de partidas de wargames, rol, cómics... el puto woodstock de los fans. Allí unos hippiososo nos dijeron que el tipo que buscábamos estaba en el antiguo Congreso de los Diputados, nos acercamos allí pero un extraño campo de fuerza protegía todo el edificio impidiéndonos pasar. Desde el interior un grupo de colgados y nuestro contacto se asomaron y nos dijeron que todo era obra de un grupo de Memonios y que si encontrábamos una forma de entrar, que les trajéramos Birras, que se les estaban acabando.
Desesperados, volvimos a la zona libre a preguntar por como se podía acceder al Congreso por otro punto, aproveché para comerme una guía de Madriz previa al incendio, no me sentó muy bien, tenía un gusto aceitoso. Hablando con el personal, nos aconsejaron ir a la biblioteca del prado para buscar información sobre el subsuelo de Madriz, quizás por allí encontraríamos una forma de entrar.
Nos dirigimos a la biblioteca de la Resistencia en Madrid, un gran edificio lleno de ejemplares rescatados de las garras del papado. Nos hicieron dejar las armas antes de entrar. En la biblioteca tuve que contenerme muy fuerte para no comer ninguna de las magnificas obras del cómic que había allí... imaginaos cientos y cientos de tomos de todo tipo de cómics, mangas y novelas gráficas. El bibliotecario, que se parecía mucho al que tenemos en Hospitaun, nos dijo que nos ayudaría a llegar al congreso, sin embargo, se vió interrumpido cuando un viejo amigo nuestro nos atacó.
El general Mindu, un tipo detestable que siempre viene a darnos por saco, apareció, eso si, sin sus sables (por lo visto también le obligaron a dejarlos en la entrada). Jhon y Barnaman se dedicaron a darle de galletas mientras Clint y yo lo chafábamos con una de las estanterías de la biblioteca.

Clint y yo empujando la estantería contra Mindu mientras
Jhon y Barnaman le dan pal pelo.

Tras recibir más hostias que en una peli de Rocky, se dio a la fuga. Volvimos con el bibliotecario que nos enseñó una trampilla en su despacho, nos contó lo siguiente:
"Cuando el Papa Alejo inició su cruzada, un amigo mío, David Brownie, decidió que no quería vivir más en este mundo. Cogió sus cosas y lanzó un hechizo que lo tenía que transportar al mundo de Dungeons and Dragons, por desgracia el hechizo no funcionó bien y trajo el mundo de fantasía al nuestro. En el subsuelo de Madriz ahora hay una inmensa Dungeon en la que vive mi viejo amigo, contactad con él y os ayudará a llegar hasta el Congreso de los Diputados esquivando la barrera mágica".
Descendimos por la trampilla hacía un mundo oscuro, húmedo y siniestro con las típicas antorchas peliculeras que nunca se acaban.
Nada más bajar a la oscuridad, nos encontramos a David Brownie con un bebé en brazos. Cuando le preguntamos, nos dijo que se lo habían endosado los putos goblins que vivían en sus mazmorras, que estaban plagadas de bichines y estaba hasta los huevos de ellos. Si queríamos llegar hasta el congreso solo teníamos que seguir la mazmorra y nos llevaría directos, eso si, teníamos que llevarnos a la niña y limpiarles la mazmorra.

Goblins, Goblins por todos sitios

Armados hasta los dientes nos introdujimos en los pasillos oscuros de las mazmorras. Tuvimos que sortear precipicios y aniquilar a goblins mierders. Durante el mazmorreo Clint exterminó unos 14 goblins de un solo tiro, con efecto, que rebotó y rebotó y atravesó hileras de goblins como si fueran mantequilla.

Tenemos tan pocos puntos de pupas que un estornudo fuerte nos mata.

También sufrí un percance con el lanzallamas cuando este se vino hacia mi (disparar lanzallamas con una niña en brazos es jodido, muy jodido) y me tuve que comer todas las llamas para que no le pasara nada a la niña. Me pasé el resto de la dungeon recuperándome (y gracias a Laysac que me puso pomadita también).El avance por la dungeon fue un caos total y una carnicería de goblins hasta que llegamos a una gran sala de columnas que acababa en un puente sobre un precipicio que terminaba en una puerta de roble. Mientras avanzábamos por la sala acabando con los goblins que salían a nuestro paso, un estruendo se oyó a nuestras espaldas, una llama en la oscuridad surgió cuando apareció ante nosotros un memonio de la antigüedad, ni más ni menos que un Balrog.

¡¡¡Por el espiritu de Juanitoooooooorlg!!!

Corrimos como alma que lleva al diablo hacia el puente, coloqué unas cargas de demolición y nos dirigimos hacia la puerta del final de puente, empujamos todos a la vez y no pasó nada, las puertas se habrían hacia fuera, pero tras ella había un campo de energía, estábamos jodidos y teníamos al bicharraco encima. Cuando el Balrog pisó el puente, activé el C4 dejando al demonio bien jodido mientras se caía con el puente, la barrera de energía desapareció y cruzamos la puerta mientras el resto del puente caía.

En ocasiones los planes salen bien.

Tras cruzar la puerta, llegamos al Congreso de los diputados. Allí, entre los hippies que pululan, encontramos a nuestro contacto de la Resistencia que nos dio la carta de Magik. Mientras la mirábamos, un grupo de Memonios llegaron al lugar, al parecer querían las cartas de Magik y estaban de mal humor porque se les habían acabado las Litronas. Barnaman estrenó el poder de la nueva carta de Magik que resultó que daba la habilidad de tirarse cuescos lanzallamas, por desgracia el fuego no les hacía nada a los Memonios.

Memoniejos a la carga

El resto del grupo se lió a tiro limpio con los bicharracos y yo utilicé la carta de Magik Death Proof para dormir los que restaban. Sin mucho problema nos deshicimos de los memonios y volvimos a la zona libre de Madriz. Allí nos esperaba el helicóptero de los Akira Korps listos para llevarnos de vuelta a Barnacity antes de que destruyéramos algo.

Madrid, vista desde el helicoptero, otra cosa no,
pero se está calentito calentito

-FIN DE LA TRANSMISIÓN-