Las megafavelas
El típico día a día en Can América |
Can America se ocupa el espacio de vías “p’arriba” de Hospitaun. El barrio tuvo una explosión demográfica brutal que ha favorecido la aparición de megafavelas verticales de 50 plantas o más donde viven cientas de familias hacinadas. La situación es muy precaria dado que el barrio está aislado del resto de la ciudad por muros, con lo cual rige una total carencia de todo, especialmente de ley. La mayoría de las megafavelas están controladas por bandas Neolatinas que parten y reparten el bacalao, trapichean y racionan pan y agua (y tortas) entre los necesitados (de su banda).
Moverse por el barrio es muy complicado, las calles son estrechas y no llega la luz del sol, suelen estar llenas de basura que tiran desde los pisos superiores. Una niebla siniestra de origen desconocido pulula por las oscuras y húmedas calles, abunda la roña y bestias carroñeras salen a cualquier hora del día a comer basura y algún desprevenido. Estar solo, herido y perdido en las calles de Can América supone acabar devorado por alguna manada de ratas o algo peor.
La mayoría de los vecinos se mueven por los puentes tendidos entre megafavelas de forma precaria o en caso de que tengan más recursos, en los aerobuses y deslizadores privados. Por desgracia no es raro que alguna banda, para dar por saco y demostrar que mandan, se dedique a hacer tiro al plato con los aerobuses de barrio, motivo por el que los conductores son reclutados entre veteranos retirados de las Fuerzas Aéreas y Pilotos Kamikaze adictos a la adrenalina.
Buena parte de los habitantes de este barrio trabajan en las megafactorias de la Megazona Franca a donde se desplazan en un metro directo que salen de la estación subterránea de Can América y en aerobuses de línea irregular. Guardias corporativos armados como putos comandos se encargan de controlar los accesos a estos transportes para asegurarse que solo suben narizones con pase de trabajador. También se dedican a mantener a raya las plagas que de tanto en tanto asaltan la estación subterránea de metro… aunque para eso prefieren reclutar a mercenarios y narizones de mala vida. Más de un miembro de la Resistencia ha hecho trabajitos de exterminador para llegar a final de mes.
La Delgada Línea Blanca
Can América está rodeada por un muro de 20 metros de alto. La frontera Sur coincide con las vías del tren donde actualmente circulan las carracas de Cercanías y los trenes ultrarápidos y megamolones de las élites. Alrededor de las vías y por encima del muro se han construido todo tipo de defensas que ríete tú del muro de Berlín: Focos, perros, francotiradores, búnkers, ametralladoras, antiaéreos, cristales rotos, pinchos untados en boñigas, sensores geológicos… Este muro se extiende envolventemente a lo largo de la frontera del barrio con Barnacity y los otros municipios aledaños. Existen diferentes puntos de paso donde cada día se agolpan los narizones que quieren salir de Can América para ir a hacer sus menesteres a Barnacity u Hospitaun o a las fábricas de la MegaZona Franca, lugar de donde vienen la mayoría de armas y municiones de las tropas papales. Hay duros controles custodiados por ineptos Tintín Macutes para poder salir y entrar al barrio que acaban con varios tiroteos y apuñalamientos diarios. Trucutrú Biolabs ha manifestado que el Papado no ha de preocuparse, que hay suficiente producción de Macutes para cubrir las bajas diarias sin problemas y se plantean establecer una planta de producción en la Megazona Franca para suplir mejor las necesidades especiales de este barrio. Las tropas que patrullan el muro también son Tintín Macutes, motivo por el que lo llaman la delgada línea blanca. Los vecinos del muro hacen negocio estableciendo puestos de gofres y souvenirs de Tintín y ya se han acostumbrado a los tiroteos cuando alguien intenta cruzar la frontera. Incluso algunos vecinos alquilan sus balcones para turistas que quieren ver la acción diaria del muro de cerca. Que los Tintin Macutes se dediquen al control de los accesos y de los muros, supone que que aprovechándose de su estupidez, se hace todo tipo de contrabando delante de sus narizones lechosos.
Los Macutes de la Línea Blanca viven en los barracones del Parque de las Planas, allí llega cada mañana un transporte desde la Megazona Franca con nuevos narizones para reemplazar a los perdidos el día anterior.
La comisaría de Can América
Ubicada en el barrio más conflictivo de Hospitaun, esta comisaría Fanhunter es una auténtica fortaleza, está rodeada de varios kilómetros de alambre de espino, campos de minas y pozos de tirador, camaras de seguridad, puestos de vigilancia, ametralladoras, morteros, misiles AA... Si alguien consigue pasar sus defensas en el interior hay una Compañía entera de Fanhunters acuartelada y aburrida que busca diversión hasta que le llegue el relevo, porque salir de la comisaría no sale ni el tato. La comisaría conecta directamente con el parque de Las Planas donde los Fanhunters tienen varias instalaciones. Rodeada de un muro similiar al que rodea el barrio, es el principal cuartel de Hospitaun. Desde aquí parten las naves de patrulla, las guaguas y todo tipo de cachivaches voladores de los Fanhunters y los macutes. En el antiguo parque hay barracones para los Fanhunters y los Tintín Macutes que patrullan el muro, campos de entrenamiento y una escuela de monta de Raptores, pistas de pádel y campos de prisioneros. También está el bunker de los Rangers de Can America, al menos el oficial. La comisaría dispone de un escudo de energía tipo Vao15.000 que protege el edificio en caso de ataque de artillería, pero lo suelen tener apagado porque gasta un montón y luego la factura de la luz sale por un pico. Infiltrarse en la comisaría es imposible dado la cantidad de controles, defensas y patrullas que la custodian. Ir a poner una denuncia es tan complicado que los vecinos prefieren tomarse la ley por su cuenta.
La Comisaría ha sido sitiada numerosas veces, especialmente cuando un Ranger se carga al líder de alguna banda o cuando cometen alguna tropelía. La Comisaría está preparada para resistir semanas sin apoyo externo y a los Rangers de vez en cuando les gustan “las moviditas”, como ellos dicen, para salir de la monotonía.
Fanhunters en Can América.
En el barrio es muy raro ver patrullar a Fanhunters, suelen estar encerrados en la comisaría esperando el remplazo. Cada vez que llega una nueva Compaía a la comisaría, lo típico, se vienen arriba y salen a poner en orden el barrio, tras una balasera de plomo por el barrio, deciden volver a lamerse las heridas y esperar que llegue el relevo mientras se entretienen en la pista de pádel o paseando por el parque de Las Planas. Si han de salir por orden directa de arriba, se mueven en grupos grandes en Guaguas sobrevolando las estructuras megalíticas, actuan rápido y vuelven cagando leches a la seguridad de la Comisaría.
Los únicos defensores de la Ley del Papado que le echan huevos a patrullar en las megafavelas son los Rangers de Can América.
Los Rangers de Can America
Los Rangers oficialmente operan desde la comisaria de Can America, son unos colgados más duros que la cara de un político, acostumbrados a trabajar en solitario repartiendo la ley a punta de pistola. Los Rangers no se andan con chiquitas y que uno de ellos ponga precio a tu cabeza puede significar la muerte. Tienen total disponibilidad de la armería Fanhunter en lo que se refiere a armas y hacen y deshacen en Can América sin tener que responder ante nadie, salvo Killer Dog (o puede que tampoco). Los Rangers tienen su centro de operaciones en la base Fanhunter de Can América, y son los únicos que se atreven a salir de allí con algo menos armado que un helicóptero de guerra. pero la realidad es que tienen un cuartel general secreto en la parroquia de Can Serra. Allí oran antes de salir de cacería, confiesan sus pecados al padre reverendo que la custodia y realizan sus ritos secretos. Además en la parroquia tienen un alijo de armas que da para empezar una guerra. Los pandilleros no osan entrar en la parroquia por temor al reverendo Padre Hernando por lo que es un remanso de paz.
Los Rangers suelen ser reclutados entre miembros de Can América que deciden unirse a los Fanhunters. Solo uno de cada 100 pasa las pruebas necesarias para formar parte de este cuerpo, y suelen ser los más cabrones.
Bandas Neolatinas
Las bandas neolatinas son una mezcla entre señores de la guerra de África y bandas latinas de guetto. Suelen controlar torres de pisos en Can América y repartir allí la ley. Sus miembros suelen ser habitantes de sus torres armados con todo tipo de armamento gangsta: porras, cadenas, navajas, pistolas, alguna escopeta y subfusiles de los baratos que se encasquillan… de vez en cuando sacan a relucir armamento un poco mejor como lanzacohetes y alguna ametralladora, pero es raro porque prefieren gastarse el dinero en cadenas, peinado, ropa cool y mucho alcohol. Suelen estar en guerra entre ellas y de tanto en tanto se las consiguen ingeniar para irse a otro barrio a hacer el mal. Dicen algunos rumores que algunas de ellas han cavado túneles para salir de Can America sin pasar por los controles. Las banda Neolatinas suelen patrullar sus zonas en Can America y pedir un peaje a todo visitante, chulearles, desafiarles o liarse a tiros con estas patrullas supondrá acabar enfrentándose a varias docenas de pandilleros que acudirán a su ayuda en cualquier vehículos disponible.
Los MexKings.
De todas las bandas chungas de Can America, los Mexkings son “la númber 1”. Son los que controlan las principales torres del barrio, tienen su propia policía formada por pandilleros, supermercados, clubs y garitos de todo tipo. Los Mexkings son chungos, manejan armas, drogas y material clandestino… pero no son tan cabrones como otras bandas chungas de Can América. Al menos no son tan chungos desde que están al mando de Osvaldito, este fue discípulo de un Fan de la Resistencia en un centro de reeducación del Papado y tiene aún buenos vínculos con estos, aunque no se moja con la causa.
Gente Famosa de Can America
Osvaldito the Mexking: Es el jefe de la banda neolatina más chingona de Can América. Durante unos años estuvo recluido en un centro de "reacondicionamiento" del papado, lugar donde conoció al Bibliotecario. Este hacía allí un poco de mentor intentando enderezar a los chavales y ayudándoles a sobrevivir en aquel tugurio. Osvaldito no lo olvidó y cuando se fugó ayudó al Bibliotecario a escapar, cosa que no consiguió, se salvó él pero al Bibliotecario lo trincaron. Osvaldito está en deuda con aquel que le salvó la vida, pero lidera el mayor cartel de Can America, y eso le obliga a tener mala leche, no tener misericordia con los rivales y a marcarse un rollo duro.
Padre Hernando: El párroco de la parroquia de Can Serra, un hombre de fe (en Dick), pero buena persona pese a ello. Confiesa a los Rangers de Can America y les custodia armas, munición y sus bienes preciados. Nadie tiene huevos a entrar en su parroquia a las malas porque es como entrar en la casa de Rambo.
Chuck Nolito: The Walking Can América Ranger, el Ránger más chungo donde los haya. Lo suspendieron de empleo y sueldo hace un par de años pero nadie se atreve a decírselo, por lo que sigue visitando la comisaría Fanhunter como si nada.
Alfons de la Patrié XXIII: Actual Comandante Macute de la Línea Blanca, su esperanza de vida es de varias semanas, cada vez que se lo cargan ponen un clon nuevo en su lugar y suman un número a su nombre, en unas semanas será substituido por Alfons de la Patrie XXIII cuando muerta de alguna forma trágica y dolorosa.
Me encanta. Además, trabajaba por hospitaun, me suena el rollo ;)
ResponderEliminarTal vez esculpa un Ranger, me lo imagino entre Chus Norris y cacadrilo sandía.
Sabía que te harían gracia, tenía toda una ambientación de Hospitaun perdida de una campaña que hicimos cuando tenía vida rolera y me daba pena que se perdiera como lagrimas en la lluvia. Veo que has captado totalmente la inspiración de Nolito :P
ResponderEliminar