La compañía china Bien-fú estaba experimentando con un nuevo virus de laboratorio, los enfermos se volvían adictos al merchandaising de baja calidad, compraban compulsivamente todo tipo de souvenirs y productos relacionados con cualquier filia que tuviera el paciente. Hay quien dice que era una evolución del virus Barrabás. El objetivo era aumentar las ventas de productos chinos de forma compulsiva. Una vez el virus fuera estable, podrían expandirlo mediante repartidores de comida china y así volver a todos los occidentales unos consumistas descerebrados compradores de sus productos.
Para los experimentos utilizaban souvenirs reciclados de los 80 y 90 y entre ellos se les coló una figurinha del Kobi, la mascota de las Olimpiadas Barcelonesas del año 1992. Lo que no sabían ellos es que esa figurinha había pertenecido a un Fenicius, y que durante años había estado en la caja de la tienda que este regentaba. La pichurrina emanada por el sujeto había contaminado el pequeño Kobi convirtiéndolo en una bomba pichurrínica. Cuando el virus entró en contacto con la figurinha, empezó a mutar, atacó agresivamente a los sujetos de estudio convirtiéndolos en réplicas de la mascota Barcelonesa que atacaron a los miembros del laboratorio, en cuestión de días los infectados de Kobi se extendieron por toda china y al poco tiempo por todo el mundo.
Para poder controlar las infecciones las autoridades van haciendo cuarentenas y cierres totales cada vez que suben mucho los casos de Kobis. Momento que aprovechan los fanhunters y los macutes para salir a cazar enfermos. Una vez controlada la epidemia la gente vuelve a salir a la calle con "normalidad", al menos hasta que vuelva a haber una subida de casos..
Síntomas:
Los primeros síntomas son parecidos a un catarro, el sujeto tiene tos, dolor de cabeza, mocos y tal. Tras unos días así, el sujeto empieza a acumular en su casa papel de water, harina y levadura. Físicamente se siente como si tuviera una resaca de Garrafón de Tequila. En la siguiente fase se encierra en casa, se cubre con una manta y solo sale para cocinar pasteles, panes y pizzas que devora salvajemente, el sujeto empieza a ganar peso para la metamorfosis. Durante los 5 días posteriores se convierte en una réplica de la mascota y sale a la calle a abrazar a todo el que puede para expandir el virus y a comprar todo tipo de productos de dudosa utilidad en comercios Multiprecio.
Vías de contagio:
El aire alrededor de un infectado contiene carga vírica que contagiará a cualquiera que respire el aire infectado, el contacto con ellos también es muy contagioso, sobre todo en la fase de metamorfosis Kobi.
Cura:
Actualmente no se conoce ninguna cura.
Infectado de Kobi-19 en su fase final |
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